Mateo 15 - Reina Valera 1858 (Nuevo Testamento)Lo que contamina al hombre1. ENTONCES llegaron á Jesus ciertos escribas y Fariséos de Jerusalem, diciendo: 2. ¿Por qué tus discípulos traspasan la tradicion de los ancianos? porque no lavan sus manos cuando comen pan. 3. Y él respondiendo, les dijo: ¿Por qué tambien vosotros traspasais el mandamiento de Dios por vuestra tradicion? 4. Porque Dios mandó, diciendo: Honra al padre y á la madre; tambien: El que maldijere al padre ó á la madre, muera de muerte. 5. Mas vosotros decis: Cualquiera dirá al padre ó á la madre: Toda ofrenda mia á tí aprovechará; y no honrará á su padre ó á su madre. 6. Y habeis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradicion. 7. Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, diciendo: 8. Este pueblo de su boca se acerca de mí, y de labios me honra: mas su corazon lejos está de mí: 9. mas en vano me honran, enseñando doctrinas, mandamientos de hombres. 10. Y llamando á sí las compañías, les dijo: Oid, y entended: 11. no lo que entra en la boca contamina al hombre: mas lo que sale de la boca, esto contamina al hombre. 12. Entonces llegándose sus discípulos, le dijeron: ¿Sabes que los Fariséos oyendo esta palabra se ofendieron? 13. Mas respondiendo él, dijo: Toda planta que no plantó mi Padre celestial será desarraigada: 14. dejadlos: guias son ciegas de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo. 15. Y respondiendo Pedro, le dijo: Decláranos esta parábola. 16. Y Jesus dijo: ¿Aun tambien vosotros sois sin entendimiento? 17. ¿No entendeis aun, que todo lo que entra en la boca, va al vientre, y es echado en la letrina? 18. Mas lo que sale de la boca, del mismo corazon sale, y esto contamina al hombre. 19. Porque del corazon salen los malos pensamientos, muertes, adulterios, fornicaciones, hurtos, falsos testimonios, maledicencias. 20. Estas cosas son las que contaminan al hombre: que comer con las manos por lavar no contamina al hombre. La fe de la mujer cananea21. Y SALIENDO Jesus de allí, se fué á las partes de Tyro y de Sidón. 22. Y hé aquí, una mujer Cananéa, que habia salido de aquellos términos, clamaba, diciéndole: Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí: mi hija es malamente atormentada del demonio. 23. Mas él no le respondió palabra. Entonces llegándose sus discípulos, le rogaron, diciendo: Envíala, que da voces tras nosotros. 24. Y él respondiendo, dijo: No soy enviado sino á las ovejas perdidas de la casa de Israel. 25. Entonces ella vino, y le adoró, diciendo: Señor, socórreme. 26. Y respondiendo él, dijo: No es bien tomar el pan de los hijos, y echarle á los perrillos. 27. Y ella dijo: Sí, Señor: porque los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus señores. 28. Entonces respondiendo Jesus, dijo: ¡Oh mujer! grande es tu fé: sea hecho contigo como quieres. Y fué sana su hija desde aquella hora. Jesús sana a muchos29. Y PARTIDO Jesus de allí, vino junto al mar de Galiléa; y subiendo en un monte, se sentó allí. 30. Y llegaron á él muchas compañías, que tenian consigo cojos, ciegos, mudos, mancos, y otros muchos enfermos; y los echaron á los piés de Jesus, y los sanó: 31. de tal manera, que las compañías se maravillaron, viendo hablar los mudos, los mancos sanos, andar los cojos, ver los ciegos; y glorificaron al Dios de Israél. Alimentación de los cuatro mil32. Y Jesus llamando sus discípulos, dijo: Tengo misericordia de la compañía, que ya hace tres dias que perseveran conmigo, y no tienen que comer; y enviarlos ayunos no quiero: porque no desmayen en el camino. 33. Entonces sus discípulos le dicen: ¿Dónde tenemos nosotros tantos panes en el desierto, que hartemos tan gran compañía? 34. Y Jesus les dice: ¿Cuántos panes teneis? Y ellos dijeron: Siete, y unos pocos pececillos. 35. Y mandó á las compañías que se recostasen en tierra. 36. Y tomando los siete panes y los peces, dando gracias, partió, y dió á sus discípulos, y los discípulos á la compañía. 37. Y comieron todos, y se hartaron; y alzaron lo que sobró de los pedazos, siete espuertas llenas. 38. Y eran los que habian comido cuatro mil varones, sin las mujeres y los niños. 39. Entonces despedidas las compañías, subió en un navío, y vino en los términos de Magdalá. |