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jueves, julio 18, 2024
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    Hechos 14 - Castellano Antiguo (Nuevo Testamento)

    Pablo y Bernabé en Iconio

    1. Una vez llegados a Iconio, Pablo y Bernabé se fueron juntos a la sinagoga, donde predicaron con tal poder de persuasión que creyó un gran número de judíos y de griegos.

    2. Pero los judíos que desdeñaban el mensaje de Dios, malearon a los gentiles y crearon en ellos un ambiente de excitación y desconfianza contra los creyentes de reciente conversión.

    3. Por esta razón, Pablo y Bernabé decidieron quedarse allí mucho tiempo, con la confianza puesta en el Señor, que les concedió el don de hacer milagros y señales y acreditar así el mensaje que predicaban con denuedo.

    4. La opinión de la gente que vivía en la ciudad se hallaba dividida: unos se pusieron de parte de los dirigentes judíos, y otros de parte de los apóstoles.

    5. Pero hubo ciertos judíos, que junto con algunos gentiles y gobernantes de la ciudad urdieron un plan para afrentar y apedrear a los apóstoles,

    6. los cuales, al saberlo, huyeron a Listra y Derbe, ciudades de Licaonia, y a la región "de su cercano entorno.

    7. Allí se pusieron de nuevo a predicar el evangelio. En Listra y Derbe

    Pablo es apedreado en Listra

    8. En Listra había un hombre tullido de nacimiento. Estaba forzado a permanecer sentado, porque tenía imposibilitados ambos pies y nunca había podido andar.

    9. El hombre prestó atención a lo que decía Pablo, quien se dio cuenta de ello y comprendió que el enfermo tenía suficiente fe para ser sanado.

    10. Por eso le ordenó: ¡Levántate! ¡Ponte en pie! El hombre, al punto, dio un salto y echó a andar;

    11. y la gente, al ver lo que Pablo había hecho, comenzó a gritar en lengua licaónica: ¡Estos son dioses venidos en forma humana!

    12. Y se pusieron a llamar Zeus a Bernabé, y Hermes a Pablo, que era quien llevaba la palabra.

    13. El sacerdote de Zeus, cuyo templo se encontraba en las afueras de la ciudad, se apresuró a traer toros y guirnaldas de flores, con intención de ofrecer, junto con toda la muchedumbre, sacrificios delante de las puertas.

    14. Pero al percatarse de lo que estaba ocurriendo, Bernabé y Pablo se rasgaron las ropas, y lanzándose entre la multitud, gritaron:

    15. ¡Señores!, ¿qué estáis haciendo? Nosotros también somos hombres, lo mismo que vosotros, que hemos venido a deciros que abandonéis vuestros cultos a esos ídolos que no sirven de nada, y que os volváis al único Dios vivo, que es el creador de todo lo que existe: los cielos, la tierra, el mar y cuanto hay en ellos.

    16. En épocas pasadas, Dios permitió que los gentiles anduvieran según sus propios caminos,

    17. aunque nunca los dejó sin revelarse a sí mismo de alguna manera, procurándonos cosas tan beneficiosas como las lluvias que vienen del cielo, las ricas cosechas, la comida para nuestro sustento y la alegría que nos llena el corazón.

    18. Así hablaron Pablo y Bernabé, pero ni con eso lograron apenas evitar que el gentío les ofreciera un sacrificio.

    19. Por aquellos mismos días, procedentes de Antioquía y de Iconio, llegaron unos judíos que pusieron a la multitud en contra de los apóstoles y la persuadieron a apedrear a Pablo. Así lo hicieron, y luego, creyéndolo muerto, lo arrastraron hasta sacarlo de la ciudad.

    20. Pero el grupo de creyentes que había en Iconio le rodeó, y él, levantándose del suelo, entró en la ciudad de nuevo. Al día siguiente, junto con Bernabé, partió camino de Derbe. El regreso a Antioquía de Siria

    21. Después de predicar el evangelio en Derbe y de haber ganado muchos discípulos, regresaron a Listra, a Iconio y a Antioquía.

    22. En cada una de estas ciudades fortalecieron los ánimos de los creyentes, los exhortaron a permanecer firmes en la fe y les recordaron que era necesario pasar por muchas tribulaciones para entrar en el reino de Dios.

    23. Además, en cada iglesia nombraron ancianos, a quienes, después de haber orado y ayunado con ellos, encomendaron a la guía y cuidado del Señor en quien habían creído.

    El regreso a Antioquía de Siria

    24. En su viaje de retorno pasaron otra vez por Pisidia y Panfilia,

    25. predicaron el mensaje en Perge y después bajaron a Atalía.

    26. Desde aquí navegaron a Antioquía de Siria, el punto de partida, donde habían sido encomendados a la gracia de Dios para realizar la tarea que acababan de llevar a término.

    27. Sin pérdida de tiempo reunieron a la comunidad de creyentes y les informaron de todo lo que les había acontecido en el viaje; les refirieron cómo Dios, valiéndose de ellos, había abierto la puerta "de la fe también a los gentiles.

    28. Allí, en Antioquía, se quedaron mucho tiempo junto a los discípulos.