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    Jeremías 5 - Biblia Castilian 2003

    Impiedad de Jerusalén y de Judá

    1. Recorred las calles de Jerusalén, mirad bien y comprobad, buscad por sus plazas a ver si encontráis a uno siquiera, a uno que practique la justicia, que busque la verdad, y la perdonaré.

    2. Pues aunque dicen: "¡Por vida de Yahveh!", lo cierto es que juran en falso.

    3. Yahveh, ¿no buscan tus ojos la verdad? Los has golpeado y no se han dolido; los has consumido, y no quisieron aprender la lección. Tienen la cara más dura que una piedra, no quieren convertirse.

    4. Yo me dec a: "Sólo los necios obran neciamente, porque no conocen el camino de Yahveh, el derecho de su Dios.

    5. Iré, pues, a los grandes y les hablaré, porque éstos conocen el camino de Yahveh, el derecho de su Dios". Pero son precisamente todos éstos quienes quebraron el yugo y rompieron las coyundas.

    6. Por eso los va a herir el león de la selva, el lobo de la estepa los devorará. El leopardo acecha junto a sus ciudades, todo el que salga de ellas será despedazado, porque muchas son sus transgresiones, sus apostas as son muy graves.

    7. ¿Por qué tendr a que perdonarte? Tus hijos me abandonaron y juraron por los que no son dioses. Cuando los saciaba, ellos comet an adulterio y a la casa de las prostitutas iban en tropel.

    8. Caballos encelados y rijosos se han hecho, cada uno relincha por la mujer de su prójimo.

    9. ¿No voy a castigar estas cosas? - oráculo de Yahveh -. Y de una nación como ésta, ¿no he de vengarme?

    10. Escalad sus terrazas y destruid, dadle el golpe de gracia; arrancad sus mugrones, pues no son de Yahveh.

    11. Porque me han sido totalmente desleales la casa de Israel y la casa de Judá - oráculo de Yahveh -.

    12. Renegaron de Yahveh y dijeron: "Él no existe; no nos vendrá mal alguno, ni espada ni hambre veremos.

    13. (13a) los profetas sólo son viento, no está en ellos la palabra".

    14. (14a) Por eso, as dice Yahveh el Dios Sebaot: (13b) As se les hará (14b) por haber dicho tal cosa: yo haré de mis palabras fuego en tu boca, y este pueblo será la le a que aquél devorará.

    15. Mirad: voy a traer contra vosotros a una nación desde lejos, ¡oh casa de Israel! - oráculo de Yahveh -; nación perenne es ésa, nación de tiempo inmemorial, nación cuya lengua no conoces ni entiendes lo que dice.

    16. Como sepulcro abierto es su aljaba, son guerreros todos ellos.

    17. Devorará tu cosecha y tu pan. Devorarán a tus hijos y a tus hijas. Devorará tu reba o y tu vacada, devorará tu vi a y tu higuera; desmantelará con la espada tus plazas fuertes en las que conf as.

    18. Sin embargo, aun en aquellos d as - oráculos de Yahveh -, no os exterminaré por completo.

    19. Entonces, si preguntan: "¿Por qué Yahveh, nuestro Dios, nos ha hecho todas estas cosas?", les responderás: "Lo mismo que me habéis abandonado a m y habéis servido a dioses extra os en vuestro pa s, de igual modo serviréis a extranjeros en un pa s que no es vuestro".

    20. Anunciad esto a la casa de Jacob, proclamadlo en Judá y decid:

    21. Escuchadlo, pueblo necio y sin cordura, que tienen ojos y no ven, tienen o dos y no oyen.

    22. ¿No me temeréis? - oráculo de Yahveh -. ¿No temblaréis ante m, que puse la arena por frontera al mar, barrera eterna que no ha de pasar? Agitarse podrá, pero no le valdrá; bramarán sus olas, pero no la pasarán.

    23. Pero este pueblo tiene un corazón terco y rebelde; dieron media vuelta y se fueron

    24. y en su corazón no dijeron: "Temamos a Yahveh, nuestro Dios, que da la lluvia, la lluvia temprana y la lluvia tard a, a su tiempo; las semanas fijadas para la siega él nos las asegura".

    25. Vuestras iniquidades lo han perturbado todo, vuestros pecados os han privado del bien.

    26. S, en mi pueblo hay malvados que acechan como cazadores, ponen trampas para cazar hombres.

    27. Como jaula repleta de pájaros, as están repletas sus casas de fraude; por eso se hacen grandes y ricos,

    28. engordan y se ponen rollizos; hasta se hinchan con malas palabras. No defienden la causa, la causa del huérfano para que prospere, ni fallan el pleito de los pobres.

    29. ¿No voy a castigar estas cosas? - oráculo de Yahveh -. Y de una nación como ésta, ¿no he de vengarme?

    30. Cosa horrorosa y espantosa sucede en el pa s:

    31. los profetas profetizan con mentira, los sacerdotes gobiernan por su cuenta, y mi pueblo as lo quiere. Pero ¿qué haréis cuando llegue el fin?