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viernes, julio 19, 2024
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    Génesis 24 - Jünemann Septuaginta en español

    Abraham busca esposa para Isaac

    1. Isaac y Rebeca Y Abrahán era anciano, avanzado en días, y Señor había bendecido a Abrahán en todo.

    2. Y Abrahán dijo al siervo mayor de su casa, el príncipe de todo lo suyo: «Pon tu mano debajo de mi muslo;

    3. y te juramentaré por Señor, el Dios del cielo y de la tierra, que no tomarás mujer, para mi hijo Isaac, de las hijas de los cananeos, entre quienes habito;

    4. sino que irás a mi tierra y parentela mía y tomarás mujer para mi hijo de allí.»

    5. Y el siervo díjole: «Si no quisiere la mujer venir conmigo a esta tierra ¿retornaré a tu hijo a la tierra de donde has salido?»

    6. Y díjole Abrahán: «Guárdate de no retornar a mi hijo allá.

    7. Señor el Dios del cielo que me ha sacado de la casa de mi padre y de la tierra donde nací; quien me habló y me juró, diciendo: «A tu simiente daré esta tierra»; él enviará su ángel delante de ti; y tomarás mujer para mi hijo Isaac de allí.

    8. Pero, si no quisiere la mujer venir contigo, libre estás de tu juramento; sólo que a mi hijo no retornarás allá».

    9. Y puso el siervo su mano debajo del muslo de Abrahán, su señor, y juróle sobre esta palabra.

    10. Y tomó doce camellos de los camellos de su señor; y de todos los bienes de su señor, consigo; y levantándose partió a Mesopotamia, a la ciudad de Nacor.

    11. Y recostó los camellos fuera de la ciudad junto al pozo del agua, al atardecer, cuando salen las aguadoras.

    12. Y dijo: «Señor, el Dios de mi señor Abrahán, camina delante de mí hoy y haz misericordia con mi señor Abrahán.

    13. He aquí yo estoy sobre la fuente del agua, y las hijas de los que habitan la ciudad, salen por agua.

    14. Y será: la doncella a quien yo dijere: «Baja tu cántaro para que yo beba», y ella respondiere: «Bebe, y también tus camellos abrevaré(a)»; ésta has prevenido para tu siervo Isaac; y en esto conoceré que has hecho misericordia con mi señor».

    15. Y aconteció que, antes de acabarlo él de hablar en su pensamiento, he aquí Rebeca salía, la nacida a Batuel, hijo de Melca, mujer de Nacor, el hermano de Abrahán, teniendo el cántaro sobre sus hombros.

    16. Y la doncella era hermosa de faz sobremanera virgen era: varón no la había conocido. Y habiendo bajado a la fuente, llenara su cántaro y subía.

    17. Y corrióle al encuentro el niño y dijo: «Dame a beber un poco de agua de tu cántaro».

    18. Y ella dijo: «Bebe señor»; y apresuróse y bajó el cántaro sobre su brazo y dióle de beber, hasta que dejó de beber.

    19. Y dijo: «También a tus camellos daré agua hasta que todos bebieren».

    20. Y apresuróse y vació su cántaro en el bebedero, y corrió al pozo a sacar agua y dio agua a todos los camellos.

    21. Y el hombre contemplábala y callaba, para conocer si encaminaba bien Señor su camino, o no.

    22. Y aconteció que, cuando acabaron todos los camellos de beber, tomó el hombre pendientes de oro, de a dracma de peso, y dos brazaletes para las manos de ella; diez didracmas de oro, el peso de ellos.

    23. Y preguntóla y dijo: «¿Cuya hija eres? cuéntame. ¿Si habrá cerca de tu padre lugar para nosotros de hospedarnos?»

    24. Y díjole: «Hija de Batuel soy yo, del hijo de Melca, que parió Nacor».

    25. Y díjole: «y paja y forraje mucho cerca de nosotros, y lugar de hospedarse».

    26. E inclinándose el hombre, adoró a Señor,

    27. diciendo: «Bendito Señor el Dios de mi señor Abrahán; quien no ha retirado su misericordia y verdad de mi señor: me ha encaminado bien Señor a casa del hermano de mi señor».

    28. Y, corriendo la niña, anunció a la casa de su madre, según estas palabras.

    29. Y tenía Rebeca un hermano cuyo nombre Labán; y corrió Labán al hombre, fuera, a la fuente.

    30. Y aconteció, cuando vio los pendientes y los brazaletes en las manos de su hermana; y, cuando oyó las palabras de Rebeca, su hermana, diciendo: «Así me ha hablado el hombre» —y vino al hombre parado allí a par de los camellos, a par de la fuente,

    31. le dijo: «Ven, entra, bendito de Señor(b) ¿Por qué estás fuera? Yo te he aderezado la casa, y lugar para los camellos»

    32. Y entró al hombre en la casa, y desaparejó los camellos; y dio paja y forraje a los camellos, y agua a los pies de él y a los pies de los hombres los con él;

    33. y presentóles panes que comer; y dijo: «No comeré, no, hasta hablar las palabras mías». Y dijeron: «Habla».

    34. Y dijo: «Niño de Abrahán soy yo.

    35. Y Señor ha bendecido a mi señor sobremanera; y se ha engrandecido; y le ha dado ovejas y becerros, y plata y oro; niños y niñas; camellos y asnos.

    36. Y parió Sara, la mujer de mi señor, un hijo a mi señor, después de envejecida; y le ha dado todo lo que tenía.

    37. Y juramentóme mi señor, diciendo: «No tomarás mujer para mi hijo, de las hijas de los cananeos, en cuya tierra habito;

    38. sino que a la casa de mi padre irás, y de la parentela mía tomarás mujer para mi hijo».

    39. Pero yo dije a mi señor: «¿No sea que no parta la mujer conmigo?»

    40. y díjome: «Señor, delante de quien camino, él enviará a su ángel y bien encaminará tu camino; y tomarás mujer para mi hijo de la parentela mía y de la casa de mi padre.

    41. Entonces libre estarás de mi maldición, cuando vinieres a mis parientes, y si no te dieren; y estarás libre de mi juramento».

    42. Y he venido hoy a la fuente y dicho: «Señor, el Dios de mi señor Abrahán, si tú has bien encaminado el camino que ahora yo ando:

    43. he aquí parado estoy sobre la fuente del agua, y será la virgen que saliere por agua y yo le dijere: «Dame un poco de agua que beber de tu cántaro»;

    44. y me dijere: «Y tú bebe, y para tus camellos sacaré;» ésta es la mujer que ha prevenido Señor para el hijo de mi señor».

    45. Y aconteció, antes de acabar yo de hablar en mi pensamiento, he aquí Rebeca salía, y tenía su cántaro sobre el hombro, y bajó a la fuente por agua. Y díjela: «Dame de beber».

    46. Y presurosa bajó el cántaro del hombro, y díjome: «Bebe y también tus camellos abrevaré»; y bebí y mis camellos abrevó.

    47. Y preguntéla y dije: «¿Cuya hija eres? cuéntame». Y ella dijo: «Hija de Batuel soy, del hijo de Nacor, que le parió Melca». Y puse entorno de ella los pendientes, y los brazaletes a sus manos.

    48. E inclinándome adoré a Señor, y bendije a Señor el Dios de mi señor Abrahán; el que bien me ha encaminado en camino recto a tomar la hija del hermano de mi señor para el hijo de él.

    49. Si hacéis, pues, vosotros misericordia y verdad con mi señor, indicádmelo; y, si no, indicádmelo, y me volveré a derecha o a izquierda».

    50. Y respondieron Labán y Batuel: «De Señor ha salido esta disposición: no podemos, pues, fuera de lo que le place, decirte nada.

    51. He aquí Rebeca delante de ti, tómala y parte; y sea mujer del hijo de tu señor, según ha hablado Señor».

    52. Y aconteció que, oyendo el niño de Abrahán estas palabras, postróse en tierra y adoró a Señor.

    53. Y sacó fuera el niño vasos argentinos y áureos, y vestiduras, y diólos a Rebeca; y dones dio a sus hermanos y a su madre.

    54. Y comieron y bebieron, él y los varones que con él estaban, y durmieron. Y, levantándose al alba, dijo el niño: «Despedidme para que vaya a mi señor».

    55. Y dijeron los hermanos de ella y la madre: «Quede la niña con nosotros unos diez días, y, después de ello parta».

    56. Y díjoles: «No me detengáis; que Señor ha encaminado bien mi camino; enviadme para que me vaya a mi señor».

    57. Y ellos dijeron: «Llamemos a la niña y preguntemos su boca».

    58. Y llamaron a Rebeca y dijéronle: «¿Irás con este hombre?» Y dijo: «Iré»

    59. Y despidieron a Rebeca y su nodriza y al niño de Abrahán y a los con él.

    60. Y bendijeron a Rebeca y dijéronle: «Hermana nuestra eres: hecha seas en miles de miríadas, y herede tu simiente las puertas de tus enemigos».

    61. Y, levantándose Rebeca y sus doncellas, subieron en los camellos y partieron con el hombre, y él apresuradamente, volvióse a su señor.

    62. E Isaac caminaba en la soledad por el pozo, el Viviente y Vidente; y él habitaba en la tierra la del mediodía.

    63. Y había salido a meditar(c) a la llanura, hacia la tarde, y alzó los ojos y he aquí venían camellos.

    64. Y Rebeca alzó los ojos y vio a Isaac, y saltó del camello,

    65. y dijo al niño: «¿Quién es aquel hombre que viene por el campo a encontrarnos»? Y el niño dijo: «Ese es mi señor». Mas ella cogió el cendal y se veló.

    66. Y contó el niño a Isaac todas las cosas que hiciera.

    67. Y la introdujo Isaac en el pabellón de Sara, su madre, y tomóla por mujer; y amóla; y consolóse Isaac de Sara su madre.