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viernes, agosto 16, 2024
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    Romanos 6 - EUNSA (Nuevo Testamento)

    Muertos al pecado

    1. ¿Y qué diremos? ¿Tendremos que permanecer en el pecado para que la gracia se multiplique?

    2. ¡De ninguna manera! Los que hemos muerto al pecado ¿cómo vamos a vivir todavía en él?

    3. ¿No sabéis que cuantos hemos sido bautizados en Cristo Jesús hemos sido bautizados para unirnos a su muerte?

    4. Pues fuimos sepultados juntamente con él mediante el bautismo para unirnos a su muerte, para que, así como Cristo fue resucitado de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros caminemos en una vida nueva.

    5. Porque si hemos sido injertados en él con una muerte como la suya, también lo seremos con una resurrección como la suya,

    6. sabiendo esto: que nuestro hombre viejo fue crucificado con él, para que fuera destruido el cuerpo del pecado, a fin de que ya nunca más sirvamos al pecado.

    7. Quien muere queda libre del pecado.

    8. Y si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con él,

    9. porque sabemos que Cristo, resucitado de entre los muertos, ya no muere más: la muerte ya no tiene dominio sobre él.

    10. Porque lo que murió, murió de una vez para siempre al pecado; pero lo que vive, vive para Dios.

    11. De la misma manera, también vosotros debéis consideraros muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús.

    12. Por lo tanto, que no reine el pecado en vuestro cuerpo mortal de modo que obedezcáis a sus concupiscencias,

    13. ni ofrezcáis vuestros miembros al pecado como armas de injusticia; al contrario, ofreceos vosotros mismos a Dios como quienes, muertos, han vuelto a la vida, y convertid vuestros miembros en armas de justicia para Dios;

    14. porque el pecado no tendrá dominio sobre vosotros, ya que no estáis bajo la Ley sino bajo la gracia.

    Siervos de la justicia

    15. Entonces, ¿qué? ¿Pecaremos, ya que no estamos bajo la Ley sino bajo la gracia? De ninguna manera.

    16. ¿Es que no sabéis que si os ofrecéis vosotros mismos como esclavos para obedecer a alguien, quedáis como esclavos de aquel a quien obedecéis, bien del pecado para la muerte, bien de la obediencia para la justicia?

    17. Pero, gracias a Dios, vosotros, que fuisteis esclavos del pecado, obedecisteis de corazón a aquel modelo de doctrina al que fuisteis confiados

    18. y, liberados del pecado, os hicisteis siervos de la justicia.

    19. Hablo a lo humano en atención a la flaqueza de vuestra carne. Igual que ofrecisteis vuestros miembros al servicio de la impureza y de la iniquidad para cometer iniquidades, ofreced ahora vuestros miembros al servicio de la justicia para la santidad.

    20. Cuando erais esclavos del pecado, estabais libres respecto de la justicia.

    21. ¿Qué fruto obteníais entonces de esas cosas que ahora os avergüenzan? Pues su final es la muerte.

    22. Ahora, en cambio, liberados del pecado y hechos siervos de Dios, dais vuestro fruto para la santidad; y tenéis como fin la vida eterna.

    23. Pues el salario del pecado es la muerte; en cambio el don de Dios es la vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro.