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jueves, julio 18, 2024
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    Hebreos 4 - Traducción del Nuevo Mundo (Testigos de Jehová)

    1. Por lo tanto, puesto que queda una promesa de entrar en el descanso de él, temamos que en algún tiempo alguno de ustedes parezca no haberla alcanzado.

    2. Porque a nosotros también se nos han declarado las buenas nuevas, así como a ellos también; pero la palabra que fue oída no les aprovechó, porque no estaban unidos por fe con los que sí oyeron.

    3. Porque nosotros los que hemos ejercido fe sí entramos en el descanso, tal como él ha dicho: “De modo que juré en mi cólera: ‘No entrarán en mi descanso’”, aunque las obras de él habían sido terminadas desde la fundación del mundo.

    4. Porque en un lugar él ha dicho del séptimo día como sigue: “Y Dios descansó en el séptimo día de todas sus obras”,

    5. y otra vez en este lugar: “No entrarán en mi descanso”.

    6. Por lo tanto, puesto que falta que algunos entren en él, y aquellos a quienes primero se declararon las buenas nuevas no entraron a causa de desobediencia,

    7. vuelve a señalar cierto día, al decir después de tanto tiempo, en [el salmo de] David: “Hoy”; tal como se ha dicho antes: “Hoy, si ustedes escuchan la propia voz de él, no endurezcan sus corazones”.

    8. Porque si Josué los hubiera conducido a un lugar de descanso, [Dios] no habría hablado después de otro día.

    9. De modo que queda un descanso sabático para el pueblo de Dios.

    10. Porque el hombre que ha entrado en el descanso [de Dios] ha descansado él mismo también de sus propias obras, así como Dios de las suyas.

    11. Hagamos, por lo tanto, lo sumo posible para entrar en ese descanso, por temor de que alguien caiga en el mismo modelo de desobediencia.

    12. Porque la palabra de Dios es viva, y ejerce poder, y es más aguda que toda espada de dos filos, y penetra hasta dividir entre alma y espíritu, y entre coyunturas y [su] tuétano, y puede discernir pensamientos e intenciones de[l] corazón.

    13. Y no hay creación que no esté manifiesta a la vista de él, sino que todas las cosas están desnudas y abiertamente expuestas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.

    Jesús el gran sumo sacerdote

    14. Visto, por lo tanto, que tenemos un gran sumo sacerdote que ha pasado por los cielos, Jesús el Hijo de Dios, tengamos asida [nuestra] confesión de [él].

    15. Porque no tenemos como sumo sacerdote a uno que no pueda condolerse de nuestras debilidades, sino a uno que ha sido probado en todo sentido igual que nosotros, pero sin pecado.

    16. Acerquémonos, por lo tanto, con franqueza de expresión al trono de la bondad inmerecida, para que obtengamos misericordia y hallemos bondad inmerecida para ayuda al tiempo apropiado.