27.9 C
Miami
viernes, julio 19, 2024
Más


    Lucas 9 - Pablo Besso (Nuevo Testamento)

    Misión de los doce discípulos

    1. Llamando los doce, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios y para curar dolencias,

    2. y les envió a predicar el reino de Dios y sanar a los enfermos,

    3. y les dijo: No llevéis nada para el camino, ni báculo, ni alforja, ni pan, ni dinero, ni tener dos túnicas.

    4. Y en cualquiera casa en que entréis, allí posad, y de allí partid.

    5. Y todos los que no os recibieren, al salir de aquella ciudad, sacudid el polvo de vuestros pies, en testimonio contra ellos.

    6. Saliendo aun ellos iban de aldea en aldea, llevando el evangelio, y sanando por todas partes.

    Muerte de Juan el Bautista

    7. Oyó Herodes el tetrarca todas las cosas que se hizo por él, y estaba perplejo, porque algunos decían que Juan había sido despertado de los muertos.

    8. Otros que Elias apareció; y otros que uno de los antiguos profetas se levantó.

    9. Y dijo Herodes: A Juan, yo le decapité. ¿Quién es éste de quien oigo tales cosas? Y procuraba verle.

    Alimentación de los cinco mil

    10. Y regresando los apóstoles le contaron las cosas que habían hecho. Y tomándoles, retiróse aparte a un lugar desierto de una ciudad llamada Betsaída.

    11. Mas al saberlo, las gentes le siguieron. Y acogiéndolos les hablaba del reino de Dios, y sanó a los que tenían necesidad de curación.

    12. El día comenzó a declinar, y acercándose los doce le dijeron: Despide a las gentes para que vayan a las aldeas y a los cortijos de alrededor, se alberguen y hallen alimentos, porque aquí en lugar desierto estamos.

    13. Díjoles: Dadles vosotros de comer, y ellos dijeron: No tenemos más que cinco panes y dos peces, a no ser que vayamos a comprar comestibles para todo este pueblo,

    14. porque eran como cinco mil varones. Dijo a sus discípulos: Hacedlos recostar por grupos de cincuenta.

    15. Y así lo hicieron, haciendo recostar a todos.

    16. Tomando los cinco panes y los dos peces, alzando los ojos al cielo bendijo, y partió, y daba a los discípulos a fin de poner delante a la muchedumbre.

    17. Y comieron, y fueron saciados todos; y fué alzado lo que les sobró de pedazos, doce cestas.

    La confesión de Pedro

    18. Aconteció al estar él orando a solas, que estuvieron con él los discípulos, y les preguntó diciendo: ¿Quién dicen las gentes que yo soy?

    19. Ellos, respondiendo dijeron: Que Juan el bautista, otros que Elias y otros que algún profeta de los antiguos se levantó.

    20. Díjoles: Y vosotros, ¿quién decís que soy? Pedro respondiendo dice: que eres el Cristo de Dios.

    Jesús anuncia su muerte

    21. El hablándoles seriamente les recomendó que a nadie dijeran esto,

    22. diciendo que es menester que el hijo del hombre padezca muchas cosas y sea reprobado por los ancianos y principales sacerdotes y escribas y sea muerto y al tercer día sea despertado.

    23. Decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niegúese a sí mismo y lleve su cruz cada día, y sígame,

    24. porque el que quisiere salvar su vida, la perderá: y el que perdiere su vida a causa de mí, éste la salvará.

    25. Pues de ¿qué aprovecha a un hombre el ganar el mundo entero mas perderse a sí mismo, o ser arruinado?

    26. El, pues, que se avergonzare de mis palabras, de éste se avergonzará el hijo del hombre, cuando viniere en la gloria de él y del Padre y de los santos ángeles.

    27. Os lo digo en verdad, hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte hasta que hayan visto el reino de Dios.

    La transfiguración

    28. Aconteció que como ocho días después de estas palabras tomando consigo a Pedro y a Jacobo y a Juan, subió al monte a orar.

    29. Y en el estar él orando, el aspecto de su rostro se hizo otro y su vestido blanco resplandeciente.

    30. Y he aquí dos varones conversaban con él, los cuales eran Moisés y Elias,

    31. que aparecidos en gloria, hablaban de la partida de él, que había de cumplir en Jerusalem.

    32. Pedro y los que con él estaban rendidos de sueño y despertándose vieron la gloria de él y a los dos varones que estaban con él.

    33. Y aconteció al separarse ellos de él que Pedro dijo a Jesús: Maestro, bueno es estarnos aquí. Y hagamos tres cabañas, una para ti y otra para Moisés y otra para Elias, no sabiendo lo que decía.

    34. Diciendo él estas cosas, vino una nube que los cubrió; y fueron sobrecogidos de temor al entrar aquéllos en la nube.

    35. Y salió de la nube una voz que decía: Este es mi hijo, el amado, a él oíd.

    36. Después que se oyó la voz, fué hallado Jesús solo; y ellos callaron, y en aquellos días no contaron a nadie nada de lo que habían visto.

    Jesús sana a un muchacho endemoniado

    37. Aconteció al día siguiente cuando ellos bajaban del monte que salió al encuentro de Jesús una gran multitud.

    38. Y he aquí un varón de la muchedumbre clamó, diciendo: ¡Maestro! ruégote mires a mi hijo, porque es mi unigénito.

    39. Y he aquí un espíritu le toma, y de repente grita y le convulsiona con espumarajos, y a duras penas se aparta de él, estropeándole.

    40. Y rogué a tus discípulos que le echasen fuera. Y no pudieron.

    41. Respondiendo Jesús dijo: Oh generación incrédula y perversa. ¿Hasta cuándo estaré con vosotros; y os soportaré? Trae acá a tu hijo.

    42. Al acercarse el muchacho, le destrozó el demonio, y le convulsionó, mas Jesús reprendió al espíritu inmundo, y sanó al muchacho, y le devolvió a su padre.

    43. Todos se pasmaban de la grandeza de Dios. Maravillándose todos de todas las cosas que hacía Jesús dijo:

    Jesús anuncia otra vez su muerte

    44. Poned vosotros en los oídos estas palabras; porque el hijo del hombre debe ser entregado en manos de hombres,

    45. pero ellos no entendían este dicho y les era encubierto para que no le en tendiesen y temían preguntarle sobre este dicho.

    ¿Quién es el mayor?

    46. Suscitóse una discusión entre ellos sobre quién sería el mayor de ellos.

    47. Jesús viendo la discusión de sus corazones tomó a un niño, lo puso a su lado.

    48. y díjoles: el que recibiere a este niño en mi nombre, a mí me recibe y el que me recibiere recibe al que me envió. El más pequeño, pues, que está entre todos vosotros es grande.

    El que no es contra nosotros, por nosotros es

    49. Tomando la palabra Juan dijo: Maestro, vimos a uno que en tu nombre echaba fuera a demonios, y le impedimos porque no sigue con nosotros.

    50. Y díjole Jesús: No impidáis, porque el que no es contra vosotros por vosotros es.

    Jesús reprende a Jacobo y a Juan

    51. Y aconteció al cumplir los días de su asunción, que afirmó su rostro para ir a Jerusalem.

    52. Y envió mensajeros delante de su persona. Y al ir entraron a una ciudad de samaritanos con fin de hacer preparativos a él.

    53. Y no lo recibieron porque su persona estaba en viaje a Jerusalem.

    54. Viendo esto sus discípulos Jacobo y Juan dijeron: Señor, ¿quieres que digamos que el fuego descienda del cielo y los consuma, como también Elias hizo?

    55. Mas volviéndose él les reprendió y dijo: No sabéis de cual espíritu sois vosotros,

    56. porque el hijo del hombre no vino para destruir almas humanas sino para salvarlas. Y se fueron a otra aldea.

    Los que querían seguir a Jesús

    57. Aconteció mientras ellos andaban en el camino que uno le dijo: Te seguiré, Señor, adonde que fueres.

    58. Y díjole Jesús: las zorras tienen madrigueras y las aves del cielo guaridas, mas el hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza.

    59. Dijo a otro: Sigúeme, mas él dijo: Señor, permíteme ir primero a enterrar a mi padre.

    60. Díjole Jesús: Deja a los muertos enterrar a los muertos de ellos, mas tú ve a anunciar el reino de Dios.

    61. Dijo también otro: Te seguiré, Señor, pero antes permíteme despedirme de los que entran en mi casa.

    62. Díjole Jesús: Ninguno que después de poner la mano en el arado mire atrás es apto para el reino de Dios.