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domingo, agosto 18, 2024
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    Marcos 7 - Pablo Besso (Nuevo Testamento)

    Lo que contamina al hombre

    1. Y llegáronse a él los fariseos y algunos de los escribas, venidos de Jerusalem.

    2. Y viendo a algunos de sus discípulos comer pan con manos impuras, esto es, no lavadas, criticaron.

    3. Porque los fariseos y todos los judíos, si no se lavan con el puño las manos, no comen, guardando la tradición de los ancianos;

    4. y al volver de la plaza, si no se bañan, no comen, y hay muchas otras cosas que recibieron para guardar abluciones de copas, jarros, utensilios de metal y lechos.

    5. Después le preguntan los fariseos y los escribas: ¿Por qué no andan tus discípulos conforme a la tradición de los ancianos, \ sino que con manos impuras comen el pan?

    6. El les contestó:\ ¡Qué bien profetizó Isaías de vosotros, los hipócritas!, como escrito está (Is. 29. 13): Este pueblo con los labios me honra, mas el corazón de ellos lejos está de mí.

    7. En vano me dan culto, enseñando doctrinas, mandamientos de hombres (Col. 2:22).

    8. Dejando, pues, el mandamiento de Dios, guardáis la tradición de los hombres: abluciones de jarros y de copas, y hacéis muchas otras cosas semejantes a éstas.

    9. Les decía: Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición,

    10. porque Moisés dijo: Honra a tu padre y a tu madre, y el que maldice a padre o madre (Exo. 21:17), de muerte muera.

    11. Pero vosotros decís: Si un hombre dijere al padre o a la madre: Corbán (esto es, ofrenda) aquello que de mí te aprovecharía,

    12. ya no le dejáis hacer nada por el padre o por la madre,

    13. invalidando la palabra de Dios por vuestra tradición que habéis transmitido, y muchas cosas semejantes, hacéis.

    14. Y llamando de nuevo a la multitud, les dijo Jesús: Escuchadme todos, y entended:

    15. Nada hay fuera del hombre que, entrando en él, pueda hacerle impuro, mas lo que del hombre sale es lo que hace impuro al hombre.

    16. Si alguno tiene oídos para oír oiga.

    17. Y cuando entró en casa, aparte de la multitud, le interrogaban sus discípulos sobre la parábola.

    18. Y díceles: ¿Así vosotros también estáis faltos del entendimiento? ¿No comprendéis que nada que de fuera entra en el hombre puede hacerle impuro,

    19. porque no entra en el corazón, sino en el estómago, y a la letrina sale, purgando todos los manjares?

    20. Decía pues: Lo que del hombre sale, eso hace impuro al hombre,

    21. porque de dentro, del corazón de los hombres salen: los malos pensamientos, adulterios, prostituciones, homicidios,

    22. hurtos, avaricia, maldades, engaños, lujuria, mal ojo, blasfemia, soberbia, locura;

    23. todas estas cosas malas de dentro salen y hacen impuro al hombre.

    La fe de la mujer sirofenicia

    24. Levantándose de allí se retiró a los confines de Tiro y Sidón, y entrando en una casa, quiso que nadie lo supiese, y no pudo estar oculto.

    25. Al oír pues, hablar de él, una mujer cuya hijita tenía un espíritu inmundo, vino y se postró a sus pies.

    26. La mujer era griega, (gentil), sirofenicia de nación, y le rogaba que echase fuera de su hija al demonio,

    27. mas Jesús le dijo: Deja primero que sean saciados los niños, porque no es lindo tomar el pan de los niños, y echarlo a los perrillos;

    28. mas ella le respondió: Es verdad, Señor; pues los perrillos debajo de la mesa comen de las migajas de los párvulos.

    29. Y él le dijo: Por esta palabra, ve; ha salido el demonio de tu hija.

    30. Y llegando a su casa, halló a la hija echada sobre la cama y al demonio, salido.

    Jesús sana a un sordomudo

    31. Y volviendo de nuevo de los términos de Tiro y Sidón, vino hacia el mar de Galilea, por en medio de los territorios de Decápolis,

    32. y le traen un sordo y tartamudo, y le ruegan que ponga sobre él la mano.

    33. Y tomándole lejos de la multitud, aparte, metió sus dedos en las orejas de él, y con su saliva le tocó la lengua.

    34. Y alzando los ojos al cielo suspiró, y le dijo: Effathá, esto es, sea abierto;

    35. y en el acto le fueron abiertos los oídos, y fué desatada la ligadura de su lengua, y hablaba perfectamente.

    36. Y les mandó que a nadie lo dijesen; pero cuanto más él les prohibía, tanto más lo publicaban,

    37. y estaban excesivamente sorprendidos, diciendo: Bien lo ha hecho todo; y hace a los sordos oír y a los mudos hablar.