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    Juan 19 - Reina Valera 1995

    1. Así que tomó entonces Pilato a Jesús y lo azotó.

    2. Los soldados entretejieron una corona de espinas y la pusieron sobre su cabeza, y lo vistieron con un manto de púrpura,[1]

    3. y le decían: --¡Salve, Rey de los judíos! --y le daban bofetadas.

    4. Entonces Pilato salió otra vez, y les dijo: --Mirad, os lo traigo fuera para que entendáis que ningún delito hallo en él.[2]

    5. Y salió Jesús llevando la corona de espinas y el manto de púrpura. Pilato les dijo: --¡Este es el hombre!

    6. Cuando lo vieron los principales sacerdotes y los guardias, dieron voces diciendo: --¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo! Pilato les dijo: --Tomadlo vosotros y crucificadlo, porque yo no hallo delito en él.

    7. Los judíos le respondieron: --Nosotros tenemos una ley y, según nuestra ley, debe morir, porque se hizo a sí mismo Hijo de Dios.[3]

    8. Cuando Pilato oyó decir esto, tuvo más miedo.

    9. Entró otra vez en el pretorio, y dijo a Jesús: --¿De dónde eres tú? Pero Jesús no le respondió.[4]

    10. Entonces le dijo Pilato: --¿A mí no me hablas? ¿No sabes que tengo autoridad para crucificarte y autoridad para soltarte?

    11. Respondió Jesús: --Ninguna autoridad tendrías contra mí si no te fuera dada de arriba;[5] por tanto, el que a ti me ha entregado,[6] mayor pecado tiene.

    12. Desde entonces procuraba Pilato soltarlo, pero los judíos daban voces diciendo: --Si a este sueltas, no eres amigo de César; todo el que se hace rey, a César se opone.

    13. Entonces Pilato, oyendo esto, llevó fuera a Jesús, y se sentó[7] en el tribunal, en el lugar llamado El Enlosado, en hebreo, Gábata.

    14. Era la preparación de la Pascua y como la hora sexta.[8] Entonces dijo a los judíos: --¡Aquí tenéis a vuestro Rey!

    15. Pero ellos gritaron: --¡Fuera! ¡Fuera! ¡Crucifícalo! Pilato les dijo: --¿A vuestro Rey he de crucificar? Respondieron los principales sacerdotes: --¡No tenemos más rey que César!

    16. Así que entonces lo entregó a ellos para que fuera crucificado. Tomaron, pues, a Jesús y se lo llevaron.[9]

    Crucifixión y muerte de Jesús

    17. Él, cargando su cruz, salió al lugar llamado de la Calavera, en hebreo, Gólgota.

    18. Allí lo crucificaron con otros dos, uno a cada lado, y Jesús en medio.

    19. Escribió también Pilato un título, que puso sobre la cruz, el cual decía: "Jesús Nazareno, Rey de los judíos".

    20. Muchos de los judíos leyeron este título, porque el lugar donde Jesús fue crucificado estaba cerca de la ciudad, y el título estaba escrito en hebreo, en griego y en latín.

    21. Dijeron a Pilato los principales sacerdotes de los judíos: --No escribas: "Rey de los judíos", sino: "Este dijo: Soy rey de los judíos".

    22. Respondió Pilato: --Lo que he escrito, he escrito.

    23. Cuando los soldados crucificaron a Jesús, tomaron sus vestidos e hicieron cuatro partes, una para cada soldado. Tomaron también su túnica, la cual era sin costura, de un solo tejido de arriba abajo.

    24. Entonces dijeron entre sí: --No la partamos, sino echemos suertes sobre ella, a ver de quién será. Esto sucedió para que se cumpliera la Escritura, que dice: "Repartieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes".[10] Y así lo hicieron los soldados.

    25. Estaban junto a la cruz de Jesús su madre y la hermana de su madre, María mujer de Cleofas, y María Magdalena.[11]

    26. Cuando vio Jesús a su madre y al discípulo a quien él amaba,[12] que estaba presente, dijo a su madre: --Mujer, he ahí tu hijo.

    27. Después dijo al discípulo: --He ahí tu madre.[13] Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa.[14]

    28. Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba consumado, dijo, para que la Escritura se cumpliera:[15] --¡Tengo sed!

    29. Había allí una vasija llena de vinagre;[16] entonces ellos empaparon en vinagre una esponja y, poniéndola en un hisopo,[17] se la acercaron a la boca.

    30. Cuando Jesús tomó el vinagre, dijo: --¡Consumado es! E inclinando la cabeza, entregó el espíritu.

    El costado de Jesús traspasado

    31. Entonces los judíos, por cuanto era la preparación de la Pascua, a fin de que los cuerpos no quedaran en la cruz el sábado (pues aquel sábado era de gran solemnidad),[18] rogaron a Pilato que se les quebraran las piernas[19] y fueran quitados de allí.

    32. Fueron, pues, los soldados y quebraron las piernas al primero y asimismo al otro que había sido crucificado con él.

    33. Pero cuando llegaron a Jesús, como lo vieron ya muerto, no le quebraron las piernas.

    34. Pero uno de los soldados le abrió[20] el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua.[21]

    35. Y el que lo vio[22] da testimonio, y su testimonio es verdadero; y él sabe que dice verdad, para que vosotros también creáis,

    36. pues estas cosas sucedieron para que se cumpliera la Escritura: "No será quebrado hueso suyo".[23]

    37. Y también otra Escritura dice: "Mirarán al que traspasaron".[24]

    Jesús es sepultado

    38. Después de todo esto, José de Arimatea,[25] que era discípulo de Jesús, pero secretamente por miedo de los judíos, rogó a Pilato que le permitiera llevarse el cuerpo de Jesús; y Pilato se lo concedió. Entonces fue y se llevó el cuerpo de Jesús.

    39. Vino también Nicodemo, el que antes había visitado a Jesús de noche,[26] trayendo un compuesto de mirra y de áloes,[27] como cien libras.[28]

    40. Tomaron, pues, el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en lienzos con especias aromáticas, según la costumbre judía de sepultar.

    41. En el lugar donde fue crucificado había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo,[29] en el cual aún no se había puesto a nadie.

    42. Allí, pues, por causa de la preparación de la Pascua de los judíos, y porque aquel sepulcro estaba cerca, pusieron a Jesús.[30]