Mateo 16 - Nueva Biblia Española (1975)La demanda de una señal1. Se acercaron los fariseos y saduceos y le pidieron con mala idea: Muéstranos una señal que venga del cielo. 2. El les respondió: Al caer la tarde dicen ustedes: "Está el cielo colorado, va a hacer bueno"; 3. por la mañana dicen: "Está el cielo de un color triste, hoy va a haber tormenta". El aspecto del cielo saben interpretarlo, ¿y la señal de cada momento no son capaces? 4. ¡Una gente perversa e idólatra y exigiendo señales! Pues señal no se les dará excepto la señal de Jonás. Los dejó plantados y se marchó. La levadura de los fariseos5. Al llegar los discípulos a la orilla de enfrente, se les había olvidado llevar pan. 6. Jesús les dijo: ¡Atención! Mucho cuidado con la levadura" del pan de los fariseos y saduceos. 7. Ellos discutían entre sí: ¿Por qué no hemos traído pan? 8. Dándose cuenta, les dijo Jesús: ¡Así que discutiendo entre ustedes, gente de poca fe, por qué no tienen pan! 9. ¿No acaban de entender?, ¿no recuerdan los cinco panes de los cinco mil y cuántas canastas recogieron? 10. ¿ni los siete panes de los cuatro mil y cuántas canastas recogieron? 11. ¿Cómo no entienden que no hablaba de panes? Mucho cuidado con la levadura de los fariseos y saduceos. 12. Entonces comprendieron que no los prevenía contra la levadura, sino contra la doctrina de los fariseos y saduceos, La confesión de Pedro13. Al llegar a la región de Cesárea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: ¿Quién dice la gente que es este Hombre? 14. Contestaron ellos: Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas. 15. El les preguntó: Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo? 16. Simón Pedro tomó la palabra y dijo: Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo. 17. Jesús le respondió: ¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás! Porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso", sino mi Padre del cielo. 18. Ahora te digo yo: Tú eres Piedra, y sobre esta roca voy a edificar la Iglesia mía 19. y el poder de la muerte no la derrotará. "Te daré las llaves del reino de Dios; así, lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo. 20. Y prohibió terminantemente a los discípulos decirle a nadie que él era el Mesías. Jesús anuncia su muerte21. Desde entonces empezó Jesús a manifestar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén, padecer mucho a manos de los senadores, sumos sacerdotes y letrados, ser ejecutado y resucitar al tercer día. 22. Entonces Pedro lo tomó aparte y empezó a regañarle: ¡Líbrete Dios, Señor! ¡No te pasará a ti eso! 23. Jesús se volvió y dijo a Pedro: ¡Quítate de mi vista, Satanás! Eres un peligro para mí, porque tu idea no es la de Dios, sino la humana. 24. Entonces dijo a los discípulos: El que quiera venirse conmigo, que reniegue de sí mismo, que cargue con su cruz y entonces me siga. 25. Porque si uno quiere salvar su vida, la perderá; en cambio, el que pierda su vida por mi, la encontrará. 26. Y luego, ¿de qué le sirve a uno ganar el mundo entero si le falta la vida?, o ¿qué podrá dar para recobrarla? 27. Además, este Hombre va a venir entre sus ángeles con la gloria de su Padre, y entonces pagará a cada uno según sus acciones. 28. Les aseguro que algunos de los aquí presentes no morirán sin ver antes a este Hombre venir como rey. |