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sábado, agosto 17, 2024
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    Mateo 21 - Nueva Biblia Española (1975)

    La entrada triunfal en Jerusalén

    1. Cuando se acercaban a Jerusalén y llegaron a Betfagé, junto al monte de los Olivos, Jesús mandó a dos discípulos,

    2. diciéndoles: Vayan a ese pueblito de enfrente y encontrarán en seguida una burra atada, con un burrito; desátenlos y tráiganmelos.

    3. Y si alguien les dice algo, contéstenle que el Señor los necesita, pero que los devolverá cuanto antes.

    4. Esto ocurrió para que se cumpliera lo que se dijo por medio del profeta:

    5. Digan a la ciudad de Sión: Mira a tu rey que llega, sencillo, montado en un asno, en un burrito, cría de acémila. (Is 62,11; Zac 9,9)

    6. Fueron los discípulos e hicieron lo que les había mandado Jesús;

    7. trajeron la burra y el burrito, les pusieron encima los mantos y Jesús se montó.

    8. La mayoría de la gente se puso a alfombrar el camino con sus mantos; otros lo alfombraban con ramas que cortaban de los árboles.

    9. Y los grupos que iban delante y detrás gritaban: ¡Sálvanos" por el Hijo de David! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Sálvenos desde lo alto!

    10. Al entrar en Jerusalén, la ciudad entera preguntaba alborotada: ¿Quién es éste?

    11. La gente contestaba: Este es el profeta Jesús, el de Nazaret de Galilea.

    Purificación del templo

    12. Jesús entró en el templo y se puso a echar a todos los que vendían y compraban allí. Volcó las mesas de los cambistas y los puestos de los que vendían palomas,

    13. diciéndoles: Escrito está: "Mi casa será casa de oración", pero ustedes la convierten en una cueva de bandidos'.

    14. En el templo se le acercaron ciegos y cojos y él los curó.

    15. Los sumos sacerdotes y los letrados, al ver los milagros que había hecho y a los niños que gritaban en el templo "viva el Hijo de David",

    16. le dijeron indignados: ¿Oyes lo que dicen ésos? Jesús le replicó: Sí. ¿Nunca han leído aquello: "De la boca de los niños de pecho has sacado una alabanza"?.

    17. Y, dejándolos plantados, salió de la ciudad, se fue a Betania y pasó la noche allí.

    Maldición de la higuera estéril

    18. A la mañana siguiente, cuando volvía a la ciudad, sintió hambre.

    19. Viendo una higuera junto al camino, se acercó, pero no encontró nada más que hojas; entonces le dijo: Nunca jamás des ya fruto. Y la higuera se secó de repente.

    20. Al verlo, los discípulos preguntaron asombrados: ¿Cómo es que la higuera se ha secado de repente?

    21. Jesús les contestó: Les aseguro que si tuvieran una fe sin reservas, no sólo harían esto de la higuera; incluso si le dijeran al cerro ése "quítate de ahí y tírate al mar", lo haría.

    22. Todo lo que pidan orando con esa fe, lo recibirán.

    La autoridad de Jesús

    23. Llegó al templo, y mientras enseñaba, los sumos sacerdotes y los senadores del pueblo se le acercaron preguntándole: ¿Con qué autoridad actúas así?, ¿quién te ha dado esa autoridad?

    24. Jesús les replicó: Les voy a hacer también yo una pregunta; si me responden, les diré también yo con qué autoridad actúo así.

    25. El bautismo de Juan, ¿qué era, cosa de Dios o cosa humana? Ellos se pusieron a discutir entre sí: Si decimos "de Dios", nos dirá que entonces por qué no le creímos;

    26. y si decimos "humana", nos da miedo la gente, porque todos piensan que Juan era un profeta.

    27. Y respondieron a Jesús: No sabemos. Entonces les declaró él: Pues tampoco les digo yo con qué autoridad actúo así.

    Parábola de los dos hijos

    28. A ver, ¿qué les parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al mayor diciéndole: "Hijo, ve hoy a trabajar en la viña".

    29. Le contestó: "No quiero"; pero después se volvió atrás y fue.

    30. Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Este contestó: "Por supuesto, señor", pero no fue.

    31. ¿Cuál de los dos cumplió la voluntad del padre? Contestaron ellos: El primero. Jesús les dijo: Les aseguro que los recaudadores y las prostitutas se dirigen, en lugar de ustedes, al reino de Dios.

    32. Porque Juan les enseñó el camino para ser justos y no le creyeron; en cambio, los recaudadores y las prostitutas le creyeron. Pero ustedes, ni aun después de ver aquello se volvieron atrás ni le creyeron.

    Los labradores malvados

    33. Escuchen otra parábola: Había una vez un propietario que plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó un lagar, construyó la torre del guarda", la arrendó a unos labradores y se marchó al extranjero.

    34. Cuando llegó el tiempo de la vendimia, envió sirvientes suyos para recibir de los labradores los frutos que le correspondían.

    35. Los labradores agarraron a los sirvientes, apalearon a uno, mataron a otro y a otro lo apedrearon.

    36. Envió entonces otros sirvientes, más que la primera vez, e hicieron con ellos lo mismo.

    37. Por último les envió a su hijo, diciéndose: A mi hijo lo respetarán.

    38. Pero los labradores, al ver al hijo, se dijeron: Este es el heredero: venga, lo matamos y nos quedamos con su herencia.

    39. Lo agarraron, lo empujaron fuera de la viña y lo mataron.

    40. Vamos a ver, cuando vuelva el dueño de la viña ¿qué hará con aquellos labradores?

    41. Le contestaron: Hará morir de mala muerte a esos malvados y arrendará su viña a otros que le entreguen los frutos a su tiempo.

    42. Jesús les dijo: ¿No han leído nunca aquello de la Escritura? La piedra que desecharon los constructores es ahora la piedra angular. Esto lo ha hecho el Señor: ¡qué maravilla para nosotros! (Sal 118,22-23)

    43. Por eso les digo que se les quitará a ustedes el reino de Dios y se le dará a un pueblo que produzca Sus frutos.

    44. Además, el que caiga sobre esa piedra se estrellará, y si ella cae sobre alguno, lo hará pedazos.

    45. Al oír sus parábolas los sumos sacerdotes y los fariseos se dieron' cuenta de que iban por ellos.

    46. Aunque estaban deseando echarle mano, tuvieron miedo de la gente, que lo tenía por profeta.