2 Corintios 9 - Serafín de Ausejo 19751. En cuanto a este servicio en favor de los fieles, no hace falta que os escriba; 2. porque conozco vuestra buena voluntad, de la que me glorío, para honra vuestra, ante los macedonios, asegurándoles que Acaya está preparada desde el año pasado; y vuestro celo ha actuado como acicate de la mayoría. 3. Envío, sin embargo, a los hermanos, para que el orgullo que de vosotros tenemos no resulte desmentido en este punto: para que, como dije, estéis preparados. 4. No sea que los macedonios que vienen conmigo os encuentren desprevenidos, lo que nos cubriría de vergüenza a nosotros, por no decir a vosotros, muy en contra de la seguridad que teníamos. 5. Creí, pues, necesario rogar a los hermanos que se anticiparan en ir a vosotros para organizar con antelación vuestra prometida donación, de modo que esté preparada como nacida de la generosidad, no llevada a cabo con tacañería. 6. Tened esto presente: a siembra mezquina, cosecha mezquina; a siembra abundante, cosecha abundante. 7. Cada uno dé lo que su corazón le dicte, no a disgusto ni a la fuerza, pues Dios ama al que da con alegría. 8. Y Dios tiene poder para colmaros con toda clase de gracias, de suerte que, además de tener siempre lo suficiente en todo, os sobre para contribuir a toda obra buena, 9. según está escrito: Distribuyó a manos llenas, dio a los pobres; su prosperidad permanece para siempre. 10. El que proporciona semilla al sembrador y pan para comer, proveerá y multiplicará vuestra sementera y acrecentará los frutos de vuestra justicia. 11. Así seréis enriquecidos en todo para toda clase de liberalidad, la cual, por medio de nosotros, produce acción de gracias a Dios. 12. Porque la prestación de este servicio sagrado no sólo viene a colmar las necesidades de los fieles, sino que también se desborda en muchas acciones de gracias a Dios. 13. Mediante la comprobación de este servicio, ellos glorifican a Dios por haberos sometido a profesar el Evangelio de Cristo y por la generosidad de este donativo, dirigido a ellos y a todos. 14. Y al ver la abundante gracia que Dios derramó sobre vosotros, manifestarán en su oración el ardiente afecto que os tienen. 15. ¡Gracias sean dadas a Dios por su don inefable! |