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jueves, julio 18, 2024
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    Mateo 20 - Serafín de Ausejo 1975

    Los obreros de la viña

    1. El reino de los cielos se parece a un propietario que salió muy de mañana a contratar obreros para su viña.

    2. Habiendo convenido con ellos a denario la jornada, los envió a su viña.

    3. Salió luego hacia la hora tercera y, al ver a otros que estaban en la plaza desocupados,

    4. les dijo igualmente: "Id también vosotros a mi viña y os daré lo que sea justo".

    5. Y ellos fueron. Nuevamente salió hacia la hora sexta y a la nona, e hizo exactamente igual.

    6. Salió aún hacia la hora undécima, encontró a otros que estaban allí y les pregunta: "¿Cómo estáis aquí todo el día sin trabajar?".

    7. Ellos le responden: "Es que nadie nos ha contratado". Él les dice: "Id también vosotros a la viña".

    8. Al atardecer, dice el señor de la viña a su administrador: "Llama a los obreros y págales el jornal, comenzando por los últimos y acabando por los primeros".

    9. Llegaron, pues, los de la hora undécima y recibieron cada uno un denario.

    10. Cuando llegaron los primeros, pensaron que les darían más; pero también ellos recibieron cada uno un denario.

    11. Al recibirlo, protestaron contra el propietario,

    12. diciendo: "Estos últimos han trabajado una sola hora, y los has igualado a nosotros, que hemos aguantado el peso de la jornada y el calor".

    13. Él le contestó a uno de ellos: "Amigo, yo no te hago ninguna injusticia. ¿Acaso no conviniste conmigo en un denario?

    14. Pues toma lo tuyo y vete. Yo quiero darle a este último lo mismo que a ti.

    15. ¿Es que yo no puedo hacer en mis asuntos lo que quiera? ¿O te va a molestar que yo sea generoso?".

    16. De esta suerte, los últimos serán primeros, y los primeros últimos".

    Nuevamente Jesús anuncia su muerte

    17. Cuando Jesús estaba subiendo a Jerusalén, tomó aparte a los Doce y les dijo por el camino:

    18. "Mirad que subimos a Jerusalén y el Hijo del hombre será entregado a los pontífices y escribas, lo condenarán a muerte

    19. y lo entregarán a los gentiles para que se burlen de él y lo azoten y lo crucifiquen; pero el tercer día resucitará".

    Petición de Santiago y de Juan

    20. Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos y se postró ante él para pedirle algo.

    21. Él le preguntó: "¿Qué es lo que quieres?". Ella le dice: "Di que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, el uno a tu derecha y el otro a tu izquierda".

    22. Pero Jesús contestó: "No sabéis lo que pedís. ¿Sois capaces de beber el cáliz que yo tengo que beber?". Ellos le responden: "Sí que lo somos".

    23. Él les replica: "Cierto; beberéis mi cáliz. Pero sentarse a mi derecha y a mi izquierda no es cosa que yo pueda conceder; eso es para aquellos a quienes se lo ha reservado mi Padre".

    24. Cuando lo oyeron los otros diez, se indignaron contra los dos hermanos.

    25. Pero Jesús los llamó junto a sí y les dijo: "Ya sabéis que los jefes de las naciones las rigen con despotismo, y que los grandes abusan de su autoridad sobre ellas.

    26. Pero no ha de ser así entre vosotros; al contrario, el que quiera entre vosotros ser grande, sea vuestro servidor,

    27. y el que quiera entre vosotros ser primero, sea vuestro esclavo,

    28. de la misma manera que el Hijo del hombre no vino a ser servido, sino a servir y a dar su vida en rescate por todos".

    Dos ciegos reciben la vista

    29. Al salir ellos de Jericó, le seguía mucha gente.

    30. En esto, dos ciegos que estaban sentados junto al camino, cuando oyeron que pasaba Jesús, se pusieron a gritar: "¡Señor! ¡Hijo de David! ¡Ten compasión de nosotros!"

    31. El pueblo los reprendió para que callaran; pero ellos gritaban más fuerte: "¡Señor! ¡Hijo de David! ¡Ten compasión de nosotros!"

    32. Jesús se detuvo, los mandó llamar y les dijo: "¿Qué queréis que os haga?".

    33. Ellos le contestan: "¡Señor, que se nos abran los ojos!".

    34. Jesús, movido a compasión, les tocó los ojos, y al momento recobraron la vista y lo siguieron.