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    Génesis 27 - Versión Israelita Nazarena 2011

    Jacob obtiene la bendición de Isaac

    1. Cuando Yitsjaq llegó a viejo, y tenía ya los ojos muy débiles para poder ver, llamó a su hijo mayor Esaw y le dijo: “Hijo mío”. Él respondió: “Aquí estoy”.

    2. Y él dijo: “Ya yo estoy viejo, y no sé cuando pueda morir.

    3. Toma tu equipo, tu aljaba y tu arco, sal al campo y cázame alguna presa.

    4. Luego prepárame un plato de los que me gustan, y tráemelo para comer, para yo darte mi más ferviente bendición antes de morir”.

    5. Rivqah había estado escuchando cuando Yitsjaq le hablaba a su hijo Esaw. Después que Esaw salió al campo a cazar algo para traer a la casa,

    6. Rivqah le dijo a su hijo Yaaqov: “Alcancé a oír a tu padre que le hablaba a tu hermano Esaw, y le decía:

    7. ‘Tráeme alguna presa de cacería y prepara un plato que yo coma, para bendecirte, con la aprobación de Yahweh, antes de morir’.

    8. Así que, hijo mío, escucha bien lo que te voy a decir:

    9. “Ve al rebaño y escógeme dos cabritos de los mejores, y yo prepararé con ellos un plato para tu padre, de los que le gustan.

    10. Después se lo llevas a tu padre, para que te bendiga antes de que muera”.

    11. Yaaqov le respondió a su madre Rivqah: “Pero mi hermano Esaw es velludo y yo soy lampiño.

    12. Si mi padre me toca quedaré por tramposo delante de él y me conseguiré una maldición en vez de una bendición”.

    13. Pero su madre le dijo: “Que tu maldición, hijo mío, caiga sobre mí. Sólo haz lo que te digo y ve y escógemelos”.

    14. Él los consiguió y se los trajo a su madre, y su madre preparó un plato de los que le gustaban a su padre.

    15. Luego Rivqah buscó las mejores ropas de su hijo mayor Esaw que había en la casa, e hizo que su hijo menor Yaaqov se las pusiera;

    16. y le cubrió los brazos y la parte lampiña de su cuello con las pieles de los cabritos.

    17. Entonces le puso en las manos a su hijo Yaaqov el plato y el pan que había preparado.

    18. Él fue a su padre y le dijo: “Padre”. Y él dijo: “¿Sí, cuál de mis hijos eres tú?”

    19. Yaaqov le dijo a su padre: “Soy Esaw, tu primogénito; he hecho lo que me pediste. Ten la bondad de sentarte y comer de lo que he cazado, para que me des tu ferviente bendición”.

    20. Yitsjaq le dijo a su hijo: “¿Cómo lo lograste tan pronto, hijo mío?” Y él dijo: “Porque Yahweh tu Elohim me concedió éxito”.

    21. Yitsjaq le dijo a Yaaqov: “Acércate más para poder sentirte, hijo mío –a ver si en verdad eres o no mi hijo Esaw”.

    22. Así que Yaaqov se acercó a su padre Yitsjaq; este lo palpó y dijo: “La voz es la de Yaaqov, pero los brazos son los de Esaw”.

    23. No lo reconoció porque tenía los brazos velludos como los de su hermano Esaw; y así lo bendijo.

    24. [Yitsjaq] preguntó: “¿En verdad eres mi hijo Esaw?” Y cuando contestó: “Yo soy”,

    25. dijo: “Sírveme y déjame comer de lo que cazó mi hijo para darte mi ferviente bendición”. Así que le sirvió y él comió; y le trajo vino y bebió.

    26. Entonces su padre Yitsjaq le dijo: “Acércate y bésame, hijo mío”;

    27. y él se levantó y lo besó. Y olió sus ropas y lo bendijo, diciendo: “Ah, el olor de mi hijo es como el olor de los campos que ha bendecido Yahweh

    28. Que ha'Elohim te dé del rocío del cielo y de la abundancia de la tierra, abundancia de grano y vino nuevo.

    29. Que los pueblos te sirvan, y las naciones se postren ante ti; sé el amo de tus hermanos, y que los hijos de tu madre se postren ante ti. Malditos sean los que te maldigan, benditos los que te bendigan”.

    30. No bien hubo salido Yaaqov de la presencia de su padre Yitsjaq –después que Yitsjaq acabó de bendecir a Yaaqov– cuando regresó su hermano Esaw de la cacería.

    31. Él también preparó un plato y se lo trajo a su padre. Y le dijo a su padre: “Siéntese mi padre y coma de lo que cazó su hijo, para que me des tu ferviente bendición”.

    32. Su padre Yitsjaq le preguntó: “¿Quién eres?” Y él dijo: “¡Yo soy tu hijo, Esaw, tu primogénito!”

    33. Yitsjaq cayó presa de un violento temblor, y preguntó: “¿Quién fue entonces el que cazó una presa y me la trajo? Además, comí de ella antes de que tú vinieras, y lo bendije; ¡ahora tiene que quedarse bendito!”

    34. Cuando Esaw oyó las palabras de su padre, rompió a llorar violenta y amargamente, y le dijo a su padre: “¡Bendíceme a mí también, padre!”

    35. Pero él respondió: “Tu hermano vino con engaño y te arrebató la bendición”.

    36. [Esaw] dijo: “¿Para eso lo llamaron Yaaqov Suplantador, para que me suplantara estas dos veces? Primero me quitó mi primogenitura, ¡y ahora me ha quitado mi bendición!” Y agregó: “¿No has reservado una bendición para mí?”

    37. Yitsjaq respondió, diciéndole a Esaw: “Pero lo he hecho amo sobre ti: le he dado a todos sus hermanos como servidores, y lo he provisto de grano y vino. ¿Qué puedo hacer entonces por ti, hijo mío?

    38. Y Esaw le dijo a su padre: “¿No tienes más que una bendición, padre? ¡Bendíceme a mí también, padre!” Y Esaw lloró en voz alta.

    39. Entonces su padre Yitsjaq respondió, diciéndole: “Mira, tu morada disfrutará de la grosura de la tierra y del rocío del cielo arriba.

    40. Mas por tu espada vivirás, y le servirás a tu hermano. Pero cuando te pongas terco, romperás su yugo de sobre tu cuello”.

    Jacob huye de Esaú

    41. Desde entonces Esaw abrigó rencor contra Yaaqov a causa de la bendición que le había dado su padre, y Esaw se dijo: “Nada más deja que llegue el período de duelo por mi padre, y mataré a mi hermano Yaaqov”.

    42. Cuando le informaron a Rivqah las palabras de su hijo mayor, mandó buscar a su hijo menor Yaaqov y le dijo: “Tu hermano Esaw se está consolando a sí mismo con la idea de matarte.

    43. Ahora, hijo mío, escúchame. Huye enseguida a Jarán, ve con mi hermano Laván.

    44. Quédate con él algún tiempo, –

    45. hasta que se calme la furia de tu hermano y olvide lo que le has hecho. Después te mandaré a buscar allá. ¡No puedo perderlos a ustedes dos en un sólo día!”

    46. Rivqah le dijo a Yitsjaq: “Estoy disgustada con mi vida por causa de las jititas. Si Yaaqov se casa con una jitita como esas, de las mujeres nativas, ¿para qué me servirá la vida?”