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    Marcos 13 - Versión Israelita Nazarena 2011

    Jesús predice la destrucción del templo

    1. Cuando él salía del templo, uno de sus discípulos le dijo: “Rabí, ¡mira qué piedras y qué edificios!”

    2. Y Yahoshúa le dijo: “¿Ven ustedes estos grandes edificios? Aquí no quedará piedra sobre piedra que no sea derribada”.

    Señales antes del fin

    3. Estando él sentado en el monte de los Olivos frente al templo, Kefá, Yaaqov, Yojanán y Andrés le preguntaron aparte:

    4. “Dinos, ¿cuándo sucederán esas cosas? ¿Y qué señal habrá cuando todas esas cosas estén por cumplirse?”

    5. Yahoshúa comenzó a decirles: “Miren que nadie los engañe.

    6. Muchos vendrán en mi nombre diciendo que soy yo, y engañarán a muchos.

    7. Pero cuando ustedes oigan de guerras y de rumores de guerras, no se alarmen. Es necesario que así suceda, pero todavía no es el fin.

    8. Porque se levantará nación contra nación y reino contra reino; habrá terremotos por todas partes, y habrá hambres. Pero estos son el principio del sufrimiento.

    9. “Pero ustedes, cuídense; porque los entregarán a los tribunales, y los azotarán en las sinagogas. Por mi causa los llevarán delante de gobernadores y de reyes, para dar testimonio ante ellos.

    10. Es necesario que se proclame primero la Buena Noticia a todas las naciones.

    11. Cuando los lleven para entregarlos, no se preocupen por lo que deban decir. Más bien, hablen lo que se les dé en ese momento; porque no son ustedes los que hablan, sino el espíritu de santidad.

    12. El hermano entregará a la muerte a su hermano, y el padre a su hijo. Se levantarán los hijos contra sus padres y les darán muerte.

    13. Y a ustedes los aborrecerán todos, por causa de mi nombre. Pero el que persevere hasta el fin, ése se salvará.

    14. “Pero cuando ustedes vean que la abominación desoladora se ha establecido donde no debe estar (el que lee, entienda), entonces los que estén en Yahudah huyan a los montes.

    15. El que esté en la azotea no baje ni entre para sacar algo de su casa,

    16. y el que esté en el campo no vuelva atrás para tomar su manto.

    17. ¡Pobres de las que estén embarazadas y de las que críen en esos días!

    18. Así que oren para que esto no suceda en invierno.

    19. Porque esos días serán de tribulación como nunca la ha habido desde el principio de la creación que hizo Elohim, hasta ahora, ni la habrá jamás.

    20. Si Yahweh no hubiese acortado esos días, no se salvaría nadie; pero por causa de los escogidos que él eligió, él ha acortado esos días.

    21. “Entonces, si alguien les dice: ‘Miren, aquí está el Mashíaj’, o ‘Miren, allí está’, no le crean.

    22. Porque se levantarán falsos Meshíjim y falsos profetas, y harán señales y maravillas para engañar, de ser posible, a los escogidos.

    23. Pero ustedes, ¡miren! se lo he dicho todo de antemano.

    La venida del Hijo del Hombre

    24. “Entonces en aquellos días, después de aquella tribulación, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor.

    25. Las estrellas caerán del cielo, y los poderes que están en los cielos se sacudirán.

    26. Entonces verán al Hijo del Hombre viniendo en las nubes con gran poder y gloria.

    27. Después enviará a sus mensajeros y reunirá a sus escogidos de los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo.

    28. “De la higuera aprendan la parábola: Cuando su rama ya está tierna y brotan sus hojas, saben que el verano está cerca.

    29. Así también ustedes, cuando vean que suceden estas cosas, sepan que está cerca, a las puertas.

    30. En verdad les digo que no pasará esta generación hasta que todas estas cosas sucedan.

    31. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.

    32. “Pero acerca de ese día o de la hora, nadie sabe; ni siquiera los mensajeros en el cielo, ni aún el Hijo, sino sólo el Padre.

    33. Miren y manténganse alerta, porque no saben cuándo será el tiempo.

    34. Será como el hombre que al salir de viaje dejó su casa y les dio autoridad a sus siervos, a cada uno su obra, y al portero le mandó que estuviera alerta.

    35. Así que manténganse alerta, porque no saben cuándo vendrá el Amo de la casa, sea a la tarde, a la medianoche, al canto del gallo o a la mañana;

    36. no vaya a ser que cuando vuelva de repente los halle durmiendo.

    37. Lo que a ustedes digo, se lo digo a todos: ¡Manténganse alerta!”