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    Números 22 - Versión Israelita Nazarena 2011

    Balac manda llamar a Balaam

    1. Los yisraelitas entonces prosiguieron la marcha y acamparon en las estepas de Moav, al otro lado del Yardén desde Yerikhó.

    2. Balaq hijo Tsipor vio todo lo que Yisrael le había hecho a los emoritas.

    3. Moav estaba alarmado porque aquel pueblo era muy numeroso. Moav le tenía terror a los yisraelitas,

    4. y les dijo Moav a los ancianos de Midyán: “Ahora esta horda devorará todo lo que hay a nuestro alrededor como devora un buey la hierba del campo”. Balaq hijo de Tsipor, que era el rey de Moav en ese tiempo,

    5. le envió mensajeros a Bilam hijo de Beor en Petor, que está junto al Río, en la tierra de sus parientes, para invitarlo, diciéndole: “Hay un pueblo que salió de Mitsráyim; oculta la tierra de la vista, y está asentado próximo a mí.

    6. Ven pues, échamele una maldición a ese pueblo, ya que es muy numeroso para mí, tal vez así pueda derrotarlos y expulsarlos de la tierra. Porque yo sé que a quien tú bendices queda bendito de veras, y a quien tú maldices queda maldito”.

    7. Salieron los ancianos de Moav y los ancianos de Midyán, versados en adivinación. Vinieron a Bilam y le dieron el mensaje de Balaq.

    8. Él les dijo: “Pasen aquí la noche, y yo les responderé según me indique Yahweh”. Así que los dignatarios Moavitas se quedaron con Bilam.

    9. Elohim vino a Bilam y le dijo: “¿Qué quiere de ti esa gente?”

    10. Bilam le dijo a ha'Elohim; “Balaq hijo de Tsipor, rey de Moav, me envió este mensaje:

    11. Aquí hay un pueblo que salió de Mitsráyim y oculta la tierra de la vista. Ven ahora y maldícemelos; tal vez pueda enfrascarme en batalla con ellos y expulsarlos”.

    12. Pero Elohim le dijo a Bilam: “No vayas con ellos. No debes maldecir a ese pueblo, porque son benditos”.

    13. Bilam se levantó en la mañana y les dijo a los dignatarios de Balaq: “Regresen a su país, que Yahweh no me permitirá ir con ustedes”.

    14. Los dignatarios Moavitas se retiraron, y fueron a Balaq y le dijeron: “Bilam se negó a venir con nosotros”.

    15. Entonces Balaq envió otros dignatarios, más numerosos y distinguidos que los primeros.

    16. Vinieron a Bilam y le dijeron: “Así dice Balaq hijo de Tsipor: Por favor, no te niegues a venir conmigo”.

    17. Yo te recompensaré ricamente y haré todo lo que me pidas. Sólo ven y maldíceme a este pueblo”.

    18. Bilam respondió a los oficiales de Balaq: “Aunque Balaq me diera su casa llena de plata y oro, yo no podría hacer nada, grande o pequeño, contrario al mandato de Yahweh mi Elohim.

    19. Así que, ustedes también, pasen aquí la noche, y déjenme averiguar qué más me va a decir Yahweh”.

    20. Esa noche Elohim vino a Bilam y le dijo: “Si estos hombres han venido a invitarte, puedes ir con ellos. Pero todo lo que yo te mande, eso es lo que harás”.

    El ángel y el asna de Balaam

    21. Cuando se levantó en la mañana, Bilam aparejó su asna y partió con los dignatarios Moavitas.

    22. Pero Elohim se enojó con su salida; así que un mensajero de Yahweh se puso en su camino como adversario. Iba él montado en su asna, acompañado de sus dos sirvientes,

    23. cuando el asna alcanzó a ver al mensajero de Yahweh parado en el camino, con su espada desenvainada en la mano. El asna se desvió del camino y se metió a los campos; y Bilam golpeaba el asna para llevarla de vuelta al camino.

    24. El mensajero de Yahweh se colocó entonces en una vereda entre las viñas, con una verja a cada lado.

    25. El asna, viendo al mensajero de Yahweh, se recostaba contra la muralla y oprimía la pierna de Bilam contra la muralla; así que la golpeó otra vez.

    26. Una vez más el mensajero de Yahweh se trasladó adelante y se puso en un sitio tan estrecho que no había espacio para desviarse a la derecha o a la izquierda.

    27. Cuando el asna volvió a ver al mensajero de Yahweh se acostó debajo de Bilam, y Bilam se puso furioso y golpeó el asna con su bastón.

    28. Entonces el mensajero de Yahweh abrió la boca del asna y ella le dijo a Bilam: “¿Qué te hecho yo para que me hayas golpeado estas tres veces?”

    29. Bilam le dijo al asna: “¡Me has convertido en una burla! Si tuviera una espada conmigo te mataría”.

    30. El asna le dijo a Bilam: “¡Mira, yo soy el asna que tú has estado montando siempre hasta hoy! ¿He tenido yo el hábito de hacerte esto?” Y él contestó: “No”.

    31. Entonces Yahweh le abrió los ojos a Bilam, y este vio al mensajero de Yahweh parado en el camino, con su espada desenvainada en la mano: allí mismo se inclinó y se postró hasta el suelo.

    32. El mensajero de Yahweh le dijo: “¿Por qué has golpeado a tu asna esas tres veces? Fui yo quien salió como un adversario, porque tu encargo es ofensivo para mí.

    33. Y cuando el asna me vio, se espantó por causa mía. Si no me hubiera esquivado espantada, a ti es a quien habría yo matado, dejándola a ella con vida”.

    34. Bilam le dijo al mensajero de Yahweh: “Yo pequé porque no sabía que tú estabas parado en mi camino, Si aún lo desapruebas, me regresaré”.

    35. Pero el mensajero de Yahweh le dijo a Bilam: “Ven con los hombres. Pero no debes decir nada más que lo que yo te diga”. Así que Bilam fue con los dignatarios de Balaq.

    36. Cuando Balaq vio que venía Bilam, salió a recibirlo a Ir Moav, que está en la frontera del Arnón en su punto más lejano.

    37. Balaq le dijo a Bilam: “Cuando te mandé a invitar primero, ¿Por qué no viniste a mí? ¿De veras que no puedo recompensarte?”

    38. Pero Bilam le dijo a Balaq: “Y ahora que he venido a ti, ¿tengo acaso el poder de hablar libremente? Puedo expresar solamente la palabra que Elohim ponga en mi boca”.

    39. Bilam fue con Balaq, y llegaron a Qiryat Jutsot.

    40. Balaq sacrificó bueyes y ovejas, y se las sirvieron a Bilam y a los dignatarios que lo acompañaban.

    Balaam bendice a Israel

    41. Por la mañana Balaq llevó a Bilam a Bamot Báal. Desde allí podía ver una parte del pueblo.