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jueves, julio 18, 2024
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    Hechos 8 - Reina Valera 1858 (Nuevo Testamento)

    Saulo persigue a la iglesia

    1. Y SAULO consentia en su muerte. Y en aquel dia fué hecha una grande persecucion en la Iglesia que estaba en Jerusalem; y todos fueron esparcidos por las tierras de Judéa y de Samaria, salvo los apóstoles.

    2. Y cuidaron de Estévan algunos varones pios, é hicieron gran llanto sobre él.

    3. Entonces Saulo asolaba la Iglesia, entrando por las casas: y trayendo varones y mujeres, los entregaba en la cárcel.

    Predicación del evangelio en Samaria

    4. Mas los que eran esparcidos, pasaban por la tierra anunciando la palabra del Evangelio.

    5. ENTONCES Felipe, descendiendo á la ciudad de Samaria, les predicaba á Cristo.

    6. Y las compañías escuchaban atentamente unánimes las cosas que decia Felipe, oyendo y viendo las señales que hacia.

    7. Porque muchos espíritus inmundos salian de los que los tenian, dando grandes voces: y muchos paralíticos, y cojos eran sanados.

    8. Así que habia gran gozo en aquella ciudad.

    9. Entonces habia un varon llamado Simon, el cual habia sido antes mágico en aquella ciudad, y habia engañado la gente de Samaria, diciéndose ser algun grande.

    10. Al cual oian todos atentamente desde el mas pequeño hasta el mas grande, diciendo: Este es virtud de Dios, la grande.

    11. Y le estaban atentos, porque con sus artes mágicas los habia entontecido mucho tiempo.

    12. Mas como creyeron á Felipe, que les anunciaba el evangelio del reino de Dios, y el nombre de Jesu Cristo, se bautizaban, varones y mujeres.

    13. Simon entonces, creyó él tambien: y bautizándose, se llegó á Felipe: y viendo los milagros y grandes maravillas que se hacian, estaba atónito.

    14. Oyendo pues los apóstoles, que estaban en Jerusalem, que Samaria habia recibido la palabra de Dios, les enviaron á Pedro y á Juan.

    15. los cuales venidos, oraron por ellos para que recibiesen el Espíritu Santo:

    16. porque aun no habia descendido en alguno de ellos, mas solamente eran bautizados en el nombre de Jesus.

    17. Entonces les pusieron las manos encima, y recibieron el Espíritu Santo.

    18. Y como vió Simon que por la imposicion de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les presentó dineros,

    19. diciendo: Dádme tambien á mí esta potestad: que á cualquiera que pusiere las manos encima, reciba el Espíritu Santo.

    20. Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, que piensas que el don de Dios se gane por dinero:

    21. no tienes tú parte ni suerte en este negocio: porque tu corazon no es recto delante de Dios:

    22. arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y ruega á Dios, si quizás te será perdonado este pensamiento de tu corazon:

    23. porque en hiel de amargura, y en prision de maldad veo que estás.

    24. Respondiendo entonces Simon, dijo: Rogad vosotros por mí al Señor, que ninguna cosa de estas, que habeis dicho, venga sobre mí.

    25. Y ellos habiendo testificado y hablado la palabra de Dios, se volvieron á Jerusalem, y en muchas tierras de los Samaritanos anunciaban el Evangelio.

    Felipe y el etíope

    26. EMPERO el ángel del Señor habló á Felipe, diciendo: Levántate, y vé hácia el mediodía, al camino que desciende de Jerusalem á Gaza: la cual es desierta.

    27. El entonces se levantó, y fué: y hé aquí un Etíope, eunuco, gobernador de Candaces, reina de los Etíopes, el cual era puesto sobre todos sus tesoros, y habia venido á adorar á Jerusalem,

    28. se volvia, sentado en su carro, y leyendo al profeta Isaías.

    29. Y el Espíritu dijo á Felipe: Llégate, y júntate á este carro.

    30. Y acudiendo Felipe, le oyó que leia al profeta Isaías; y dijo: ¿Mas entiendes lo que lees?

    31. Y él dijo: ¿Y cómo podré, si alguno no me enseñare? Y rogó á Felipe que subiese, y se sentase con él.

    32. Y el lugar de la Escritura que leia, era este: Como oveja á la muerte fué llevado; y como cordero mudo delante del que le trasquila, así no abrió su boca:

    33. en su humillacion su juicio fué quitado: mas su generacion, ¿quién la contará? porque es quitada de la tierra su vida.

    34. Y respondiendo el eunuco á Felipe, dijo: Ruégote, ¿de quién el profeta dice esto? ¿de sí, ó de otro alguno?

    35. Entonces Felipe, abriendo su boca y comenzando de esta Escritura, le anunció el evangelio de Jesus.

    36. Y yendo por el camino, vinieron á una agua; y le dijo el eunuco: Hé aquí agua, ¿qué impide que yo no sea bautizado?

    37. Y Felipe dijo: Si crees de todo corazon, bien puedes. Y respondiendo él, dijo: Creo que Jesu Cristo es el Hijo de Dios.

    38. Y mandó parar el carro: y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco: y le bautizó.

    39. Y como subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató á Felipe, y no le vió mas el eunuco: y se fué su camino gozoso.

    40. Felipe empero se halló en Azoto: y pasando anunciaba el Evangelio en todas las ciudades hasta que vino á Cesaréa.