Mateo 21 - Reina Valera 1858 (Nuevo Testamento)La entrada triunfal en Jerusalén1. COMO se acercaron de Jerusalem, y vinieron á Bethphage, al monte de las Olivas, entonces Jesus envió dos discípulos, 2. diciéndoles: Id á la aldea que está delante de vosotros, y luego hallareis una asna atada, y un pollino con ella: desatadla, y traédmelos. 3. Y si alguno os dijere algo, decid: El Señor los ha menester: y luego los dejará. 4. Y todo esto fué hecho, para que se cumpliese lo que fué dicho por el profeta, que dijo: 5. Decid á la hija de Sión: Hé aquí, tu Rey te viene, manso, sentado sobre una asna y un pollino, hijo de animal de yugo. 6. Y los discípulos fueron, é hicieron como Jesus les mandó. 7. Y trajeron el asna y el pollino, y pusieron sobre ellos sus mantos: y se sentó sobre ellos. 8. Y muy mucha compañía tendian sus mantos en el camino; y otros cortaban ramos de los árboles, y tendian por el camino. 9. Y las compañías que iban delante, y las que iban detrás, aclamaban, diciendo: Hosanna al Hijo de David: Bendito el que viene en el nombre del Señor: Hosanna en las alturas. 10. Y entrando él en Jerusalem, toda la ciudad se alborotó, diciendo: ¿Quién es este? 11. Y las compañías decian: Este es Jesus, el profeta, de Nazaret de Galiléa. Purificación del templo12. Y entró Jesus en el templo de Dios, y echó fuera todos los que vendian y compraban en el templo, y trastornó las mesas de los cambiadores, y las sillas de los que vendian palomas; 13. y les dice: Escrito está: Mi casa, casa de oracion será llamada: mas vosotros cueva de ladrones la habeis hecho. 14. Entonces vinieron á él ciegos y cojos en el templo, y los sanó. 15. Mas los príncipes de los sacerdotes y los escribas, viendo las maravillas que hacia, y los muchachos aclamando en el templo, y diciendo: Hosanna al Hijo de David: se enojaron, 16. y le dijeron: ¿Oyes lo que estos dicen? Y Jesus les dice: Sí: ¿nunca leisteis: De la boca de los niños, y de los que maman perfeccionaste la alabanza? 17. Y dejándolos, se salió fuera de la ciudad á Bethania; y posó allí. Maldición de la higuera estéril18. Y por la mañana volviendo á la ciudad, tuvo hambre. 19. Y viendo una higuera cerca del camino, vino á ella, y no halló nada en ella, sino hojas solamente; y le dijo: Nunca mas nazca de tí fruto para siempre. Y luego la higuera se secó. 20. Entonces viendo esto los discípulos, maravillados decian: ¡Cómo se secó luego la higuera! 21. Y respondiendo Jesus, les dijo: De cierto os digo, que si tuviéreis fé, y no dudáreis, no solo hareis esto de la higuera, mas si á este monte dijéreis: Quítate, y échate en la mar, será hecho. 22. Y todo lo que pidiéreis con oracion creyendo, lo recibireis. La autoridad de Jesús23. Y COMO vino al templo, los príncipes de los sacerdotes, y los ancianos del pueblo llegaron á él, cuando estaba enseñando, diciendo: ¿Con qué autoridad haces esto? ¿y quién te dió esta autoridad? 24. Y respondiendo Jesus, les dijo: Yo tambien os preguntaré una palabra, la cual si me dijéreis, tambien yo os diré con qué autoridad hago esto. 25. El bautismo de Juan, ¿de dónde era? ¿del cielo, ó de los hombres? Ellos entonces pensaron entre sí, diciendo: Si dijéremos: Del cielo; nos dirá: ¿Por qué pues no le creisteis? 26. Y si dijéremos: De los hombres; tememos al pueblo: porque todos tienen á Juan por profeta. 27. Y respondiendo á Jesus, dijeron: No sabemos. Y él tambien les dijo: Ni yo os diré con qué autoridad hago esto. Parábola de los dos hijos28. Mas, ¿qué os parece? Un hombre tenia dos hijos, y llegando al primero, le dijo: Hijo, vé hoy á trabajar en mi viña. 29. Y respondiendo él, dijo: No quiero: mas despues arrepentido, fué. 30. Y llegando al otro, le dijo de la misma manera; y respondiendo él, dijo: Yo, Señor, voy; y no fué. 31. ¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre? Dicen ellos: El primero. Díceles Jesus: De cierto os digo, que los publicanos, y las rameras os van delante al reino de Dios: 32. porque vino á vosotros Juan por via de justicia, y no le creisteis; y los publicanos, y las rameras le creyeron; y vosotros viendo esto nunca os arrepentisteis para creerle. Los labradores malvados33. Oid otra parábola: Fué un hombre, padre de familia, el cual plantó una viña, y la cercó de vallado, y fundó en ella lagar, y edificó torre, y la dió á renta á labradores, y se partió lejos. 34. Y cuando se acercó el tiempo de los frutos, envió sus siervos á los labradores, para que recibiesen sus frutos. 35. Mas los labradores, tomando los siervos, al uno hirieron, y al otro mataron, y al otro apedrearon. 36. Envió otra vez otros siervos mas que los primeros, é hicieron con ellos de la misma manera. 37. Y á la postre les envió su hijo, diciendo: Tendrán respeto á mi hijo. 38. Mas los labradores, viendo al hijo, dijeron entre si: Este es el heredero: venid, matémosle, y tomemos su herencia. 39. Y tomado, le echaron fuera de la viña, y le mataron. 40. Pues cuando viniere el señor de la viña, ¿qué hará á aquellos labradores? 41. Dícenle ellos: A los malos destruirá malamente; y su viña dará á renta á otros labradores, que le paguen el fruto á sus tiempos. 42. Díceles Jesus: ¿Nunca leisteis en las Escrituras: La piedra que desecharon los que edificaban, esta fué hecha por cabeza de esquina: por el Señor es hecho esto, y es cosa maravillosa en nuestros ojos? 43. Por tanto os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado á gente que haga el fruto de él. 44. Y el que cayere sobre esta piedra, será quebrantado; y sobre quien ella cayere, le desmenuzará. 45. Y oyendo los príncipes de los sacerdotes y los Fariséos sus parábolas, entendieron que hablaba de ellos. 46. Y buscando como echarle mano, temieron al pueblo: porque le tenian por profeta. |